¿POR QUÉ ME VIGILAN?

Afirma Marta Peirano, estudiosa obcecada en este tema hace décadas, que sobrestimamos la cantidad de información que producimos al día. Significa esto que mientras navegamos por Facebook, o entramos a la publicación de alguien, u opinamos acerca de algo, o nos detenemos en una publicidad, nos llegamos hasta el supermercado y usamos la tarjeta de puntos, por ejemplo, estamos brindando información que se acopia y va delimitando así nuestro perfil, gustos, ideología política, etc. Es por esto que lo que alguien ve en el Facebook (o Twitter o Instagram etc) no es lo mismo que lo que ve en la red social alguien más.

Los llamados algoritmos, programas que se dedican a acopiar y organizar la información por nosotros brindada en internet, van delimitando lo que vemos cuando entramos a pasar el rato ahí dentro. ¿Y por qué hacen esto? Porque la información es plata. Información que venden a empresas que quieren vendernos algo (por eso si usted busca zapatillas en un sitio al segundo le aparecen zapatillas por todos lados), se la venden también al poder de turno y a todo el que pueda pagarla y esté en ella interesado. ¿Qué busca la red social? Que usted pase el mayor tiempo posible allí porque eso significa para Facebook (Twitter etc) más dinero en publicidad, más información nuestra para vender a alguien más.

Entonces, si usted deja un insulto en una publicación sobre vacunas sabrán que está en contra de esto (archivado). Si opina algo en una publicación de Netflix sabrán que es adepto a las series televisivas (archivado). Si bloquea a un político sabrán su inclinación política y esto último servirá, quizá, a la oposición para conocer cómo intentar hacerlo cambiar de idea y quedarse con su voto. Ojo, no es este artículo para que de ahora en más esté usted paranoico y temeroso de todo lo que hace en las redes, no, pero sí para estar atento: todo lo que haga, cada lugar a donde vaya, si va con el teléfono, queda registrado (las compañías telefónicas guardan TODO durante un mínimo de seis meses y un máximo de dos años). Y es información que regala sobre usted, sus gustos, etc.

Dicho lo propio vamos a lo que me da algo más de temor: La política de la cancelación. ¿Y qué catzo es esto? Es quitarle a alguien los derechos básicos a tener una existencia normal, por ejemplo, poder comprar alimentos, viajar a su trabajo, tener internet. ¿Y quiénes y porqué podrían hacer esto? El régimen de turno podría. De hecho en China ya lo hacen hace rato con su famoso “sistema de puntos”. En China hay controles por todas partes, peor que en otros lados (todavía). Si usted es reconocido por las cámaras del supermercado llevando más del alcohol permitido por norma por ciudadano se le restan puntos. Si cruza mal una calle le restan puntos. Si habla mal sobre el régimen le restan puntos. ¿Y qué pasa cuando se queda sin puntos? Le quitan su tarjeta para viajar (como quedarse sin SUBE), le bloquean sus cuentas bancarias, ergo, se convierte usted en un muerto civil. (En Argentina usan este sistema en Ciudad de Buenos Aires con el registro de conducir).

¡Pro esto está muy lejos de nosotrosd todavía! No lo crea. Usted día a día muy contento va de compras con su tarjeta o app, carga nafta con su tarjeta o app, compra algo por internet, paga su curso de masajes tropicales, su remedio para la artrosis, etc. Esto, por un lado, revela qué enfermedad padece, qué come, cuando lo hace, cuáles son sus gustos, etc. Pero por el otro lo hace a usted dependiente. ¿Cómo dependiente? Sí, señora, use la cabecita un momento. Imagine que la cosa se va poniendo espesa, como pasó en pandemia pero sin pandemia. Imagine que “por su seguridad” instalan cámaras faciales en todas partes (como ya están haciendo), incluso en escuelas, en el trabajo (lea 1984 de Jorge Orwell), e imagine que se le da a usted por putear contra el gobierno de turno, o no darse la vacuna o sí dársela. El “régimen” se entera o por la app, o por las cámaras, o por la red o el banco y le bloquea la tarjeta, quizá con cualquier excusa, no importa, pero se la cancelan, y tambiénla cuenta, y su SUBE, y su cuit. Intente hacer un esfuerzo. Imagine un día de su vida sin tarjeta de crédito/débito, sin SUBE, sin cuit. ¿Cuántas cosas podría hacer de las que hace? ¿Comprende? Cuanto más independiente sea del sistema seguramente más libre.

Nos empujan, porque saben que somos cómodos y poco inteligentes, a depender cada vez más de lo digital: plata digital, tarjeta digital, teléfono digital, zoom, meeting, escuela virtual… El dinero en efectivo tiende a desaparecer, y nos tendrán agarrados de las pestañitas. ¿No le gusta el nuevo tirano de turno? O se lo aguanta o se queda sin cuentas bancarias. Ya lo están haciendo en muchos países y acá mismo a AFIP está pidiendo los datos biométricos. No dude que llegarán hasta acá abajo, el culo del mundo pero no por eso menos preciado por las grandes corporaciones ávidas de controlarlo todo.

Marta Peirano. Youtube. (2016). https://www.youtube.com/watch?v=NPE7i8wuupk

Karina Mariani. “La cultura de la cancelación ya tiene un nuevo arma: la desbancarización” (2023).https://gaceta.es/economia/la-cultura-de-la-cancelacion-ya-tiene-un-nuevo-arma-la-desbancarizacion-20230806-0700/

COMENTARIOS


Javito escribió
Agenda 2030 !!
26/09/2023 11:00

Aldana escribió
Nos tienen agarrados por todos lados ya
25/09/2023 14:59

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